Mi camino profesional ha ido evolucionando con mis propias vivencias y con el deseo de acompañar de forma real y efectiva a las mujeres en etapas clave de sus vidas.

Así, tras acabar mis estudios universitarios de Nutrición Humana y Dietética, mi inquietud y mis ganas de aprender me hicieron transitar por diversos ámbitos del mundo de la nutrición. Como la danza y el movimiento ya eran parte importante de mi vida, decidí especializarme en nutrición deportiva, buscando comprender mejor cómo la alimentación podía apoyar el rendimiento, la energía y el bienestar físico de las mujeres. Esa experiencia me ayudó a integrar el movimiento como un pilar de salud femenina, especialmente en etapas como el embarazo, el posparto o la menopausia, donde reconectar con el cuerpo resulta tan necesario. ¿Sabías que durante todo mi embarazo seguí bailando e impartiendo clases de danza hasta pocas semanas antes del parto? Fue una manera muy bonita de llevar el embarazo y de acompañar los cambios desde el disfrute.

Poco a poco (como  mi curiosidad es infinita) continué profundizando también en áreas como la salud pública, la nutrición clínica y la microbiota, que me hicieron mirar la nutrición de forma más integral.

Fue a raíz de mi maternidad, cuando descubrí una vocación más clara: ayudar a otras mujeres a cuidarse en etapas clave de la vida como son el embarazo, el posparto y la menopausia con una alimentación adaptada, práctica y sostenible. Desde entonces, he orientado toda mi formación continua hacia estas etapas tan transformadoras.

Estas son algunas de mis formaciones: